20 septiembre 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 20 de septiembre de 2006


Con la vuelta al trabajo y a todas las desgracias que conlleva tan innoble actividad, vuelven también algunas - pocas - cosas buenas. Entre ellas destacan las mañanas de los miércoles, que siguen siendo un remanso de paz en el medio de la semana.
Tras el paseo con Cass - que nos ha dejado dormir un poco más de lo habitual - y un rato de receso delante del ordenador, preparo el desayuno y desayuno con María José. Hablamos, hacemos planes - para hoy, para mañana y para el resto de la vida - y cogemos fuerzas para afrontar la jornada laboral.
Queda tiempo para volver a la cama y leer un poco. Mientras el sol entra por la ventana acabo "En el nombre del cerdo" de Pablo Tusset que me ha parecido un gran libro (infinitamente mejor que el divertido "lo mejor que le puede pasar a un cruasán").
No nos damos cuenta y la hora de volver a la realidad se nos echa encima. Levi Pants vuelve a reclamarme y no tengo argumentos para obviar su llamada

1 comentario:

hera dijo...

Estos momentos son los mejores, cuando en medio d ela semana, te despiertas y te das cuenta que es el dia en que tu mañana estara mas libre y podras organziar tu tiempo, leer con tranquilidad mientars desayunas.....si además le agragas el poder planear con la certeza de que iras en esa dirección con la persona que quieres es casi la perfección.