09 mayo 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 09 de mayo de 2006


Domingo. Como cuando éramos pequeños subimos al Tibidabo cargados de el huracan, nosotros estamos en el centro. Foto de Albert
desde el Aladino, buenas vistasilusión. Allí, en la puerta del parque, nos encontramos con David, Nuria, Pau, Albert, Esther, María, Laura, Marta y Alberto. Es una lástima pero han habido bajas de última hora y no seremos todos los que habíamos previsto.
Nada mas entrar empezamos a disfrutar de las atracciones: montaña rusa, autos de choque, barco pirata, huracán... es como volver a la infancia y los mayores nos lo pasamos incluso mejor que los pequeños.
Después de una pequeña parada técnica para comer los bocatas que hemos traído de casa continuamos con mas atracciones: el tren, Aladino...
El parque sigue teniendo encanto, pero la dejadez que presentan algunas atracciones (el panorámico y el castillo requieren una actuación urgente) deslucen el conjunto.
Estamos en familia, hace un día estupendo y el entorno invita a la diversión. Continuaríamos eternamente... si tuviéramos la suficiente resistencia física. Empieza a refrescar y estamos agotados, es el momento de volver a casa.
Quizá volveremos pronto, quizá una noche de verano.

Nota: Después de asomar tímidamente la semana pasada, las abarcas han vuelto a mis pies para – espero – quedarse hasta la llegada del frío. Ha empezado el verano.

Lunes. El día empieza bien: desayuno con María José, paseo con Cass y, después de un largo proceso, recuperación de una paga y señal que habíamos dado en una tienda que, finalmente, no nos hizo el trabajo por el cual habíamos adelantado dinero.
Hace muchos años que, cada jueves y cada sábado, jugamos a la lotería primitiva (siempre a los mismos números). Sabemos que es muy difícil que toque algo (si miras las probabilidades, no juegas), pero siempre esperas que suene la flauta. Tras recuperar la paga y señal, me acerco al estanco y cobro el máximo premio que me ha tocado en más de diez años (16 euros por acertar tres el jueves y tres el sábado). Debo ser afortunado en amores, ya veis que en el juego no mucho. Pese a todo los 16 euros hacen tanta ilusión como si hubiera tocado mucho más.
El resto del día lo paso en Levi Pants. Ya sabéis: pantalones, pantalones y más pantalones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi tb me tocó una vez. En mi caso fueron 4 aciertos. Y la verdad, es que hace ilusión, (me dieron unas 14.000 de las antiguas pesetas), pero a la vez mucha rábia porque por 2 numeritos más no me tocó el gordo gordísimo....ahora podría estar escribiendo esto desde alguna isla perdida del pacífico.
Seguiré rondando a la Sta. Suerte....