16 enero 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
lunes, 16 de enero de 2006


Vuelvo a la rutina después de un fin de semana especial. El sábado llenamos la casa de amigos e inauguramos oficialmente Graceland. La jornada de puertas abiertas duró sólo un día pero su intensidad ha ocupado todo el fin de semana y aún hoy da coletazos.

Viernes. Me tomo el día libre y lo dedico a preparar la casa para la inauguración de mañana. Hago pasteles, limpio, preparo la música, muevo botellas de un lado a otro, reordeno la nevera, reorganizo la despensa para que quepa el máximo y todo sea accesible, preparo las botellas de alcohol, como con María José y, después de una siesta, sigo preparándolo todo ahora con la ayuda de María José.

Por la noche estamos cansados y un poco nerviosos. No hay ganas de cocinar. Salimos a dar una vuelta por el barrio y acabamos recalando en “La fonda de Santa Eulalia”. La cena no es espectacular pero el ambiente es muy acogedor. Al volver aún hay ganas de ver series y de leer un poco antes de irse a dormir.

Sábado. Por fin ha llegado el día. Suena el despertador a las ocho y empezamos a preparar bocadillos y a dar los últimos retoques a la mesa. En la gasolinera que hay cerca de casa compro hielo con el que llenamos una maceta y un baúl para mantener frescas las cervezas y refrescos que no han cabido en la nevera.
A las 10 – hora de inicio en las invitaciones que hemos enviado – estamos preparados para empezar a recibir a familiares y amigos. Pero no llega nadie... durante la primera media hora damos vueltas como zombies del comedor a la cocina y de la cocina al comedor.
Pero pronto empieza a llegar la familia – los hemos convocado por la mañana: Antonio, Ángela, Lidu, Pepe, Carmen, Tony, Hernán, Luisa, Anna, Marta, Mar, Digna, Amelia, Pepita, Manolo, Sandra, Ana, Oscar, Montse, Víctor, Francisco y Alberto. Hemos pedido la colaboración de algunos de ellos y sus aportaciones a la mesa de comida son espectaculares: cocs de manzana y de tomate, croquetas de pollo y atún, quiches de puerros y de bacon, cruasanes pequeños, choricitos y morcillas, pasteles... todo está delicioso.
La reunión familiar resulta tranquila y, poco después de las dos, nos dejan solos. Renunciamos a un reparador descanso en aras de una re-preparación de la casa. Freímos croquetas, cortamos pasteles, limpiamos el suelo... y ya estamos de nuevo preparados.

A las 15:30 el timbre de la puerta vuelve a sonar. Carlos, Ross y Carlos jr. nos acompañan a la hora del café. Música baja, conversación tranquila y cierto relax no permiten presagiar la locura que está por empezar.

El turno de tarde empieza poco después. Volvemos a estar solos y empieza la locura: Yoli,Rafa, Lucas, María, Amador, Angelo, Majo, Sergi, Marc, Iván, Mani, Nacho, Alfonso, Eva, Kris, Tony, Ainhoa, Barbara, Luí, Jose Luís, Eli, Cecs, Jordi R2, Jordi P., Emma, Isaac, Lorena, Jordi M., Roger, Clara, Albert, Esther, Marta, David, Nuria, Pau, Jaume, Anna J., Neus, Andreu, Carles, Montse, Marga, Quim, Carol, Gilbert, Javi, Isetta, Juan, Jordi R. y Núria.

Esta vez también hay aportaciones importantes al buffet (una tortilla y una empanada espectaculares y mucho vino y cava que no llegaremos a abrir).
Abrir la puerta, empezar una conversación, dejarla a medias para volver a abrir la puerta, visita guiada, servir las primeras copas, ¿que nadie va a abrir la puerta?, suena el teléfono – alguien se ha perdido -, empezar una segunda conversación y dejar al otro con la palabra en la boca para atender a alguien que te pregunta algo, nueva visita guiada, ¿nadie oye que están llamando?, alguien nos ha traído un innecesario regalo que nos encanta, llaman al teléfono –alguien que no viene, que llega tarde, que se ha perdido o que confirma su asistencia-, aquí tenéis las bebidas, intento hablar con alguien pero llaman a la puerta, visita guiada, otro regalo, sirvo copas, preparo bocadillos al horno que casi se queman, nueva visita guiada, más regalos, veo a María José que va tan apurada como yo, gente que llega, gente que se va, ¿todo el mundo tiene bebida?..

Gracias a todos, me ha encantado compartir mi casa con vosotros, ahora ya sabéis donde estamos, siento no haber podido estar mas por vosotros. A los que no habéis podido venir os hemos echado de menos, pero ya encontraremos ocasiones para compartir Graceland con vosotros.

Gracias también por los regalos: por ese pin que pone Graceland y que me encantó lucir, por encargaros de hacer las únicas fotos que nos servirán de recuerdo, por esos cuadros andywarholianos tan chulos que habéis hecho con nuestras fotos, por todas las botellas de vinos y cavas increíbles que nos beberemos juntos, por ese cuadro al que encontraremos un rincón para colgar, por el bourbon que acompañará la timba que tenemos que organizar pronto, por una botella de champagne que me quiero tomar con vosotros, por el chocolate, los bombones, las chucherías mexicanas, la sal del himalaya y el azucar de patitos, por servilletas y toallas,por las tazas, salseras, por ese dibujo tan bonito que nos hizo Marc, por la báscula, por las delicatessen, por los marcos y los enseres para el perro que pronto tendremos.

A las 12, agotados, conseguimos cerrar las puertas de casa. Aún hay fuerzas para recoger un poco – que no quede comida fuera de la nevera y poco mas-.

Domingo. Recuperación y pijamas. Tenemos suficiente cava y cerveza para pasar el año.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE GRACELAND OS LLENE DE MUCHAS ALEGRIAS Y SE CUMPLAN VUESTROS SUEÑOS, DESEOS, ILUSIONES, ETC... OYE, ¿DONDE ESTA EL PERRO QUE NO LO VI?

Anónimo dijo...

vaja, i jo que em vaig perdre tot això per una fotuda caravana dels nassos...
A la Ona li fan por els gossos, però vindrem igualment. Encara em falta per veure l'estudi de la Mariajo.
David