02 enero 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 02 de enero de 2006


Viernes. María José tiene fiesta. Después de desayunar nos acercamos al Fnac a comprar regalos (algunos de ellos para mí: “Rufus Wainwright”, “Antony and the Johnsons” y un triple de “Yo la tengo” son parte de mi despedida del año).

Sábado. Dedicamos el día a descansar, a preparar la casa para la cena de esta noche (sobretodo María José que se despide del año trabajando sin parar) y al visionado de series (acabamos la primera temporada de Fraisier).

A lo largo del día no paramos de recibir llamadas relacionadas con la cena de esta noche (bajas de última hora, petición de instrucciones para llegar, gente que se apunta en el último momento, cambios, ahora somos 15, ahora 11... al final seremos 14.

Durante la cena salta la polémica – el culpable es David -: ¿En que canal vemos las campanadas de fin de año? Al final gana la tradición y – siempre y cuando Ramón García lleve capa – veremos las campanadas de la primera. No hay tiempo para las copas, ya casi son las 12.
Cuartos, campanadas, uvas, besos, abrazos, llamadas a la familia, brindis con cava... lo de siempre, ya estamos en el 2006.

Empiezo el año pinchando infectos hits de pop patrio de los ochenta sin conseguir que nadie despegue el culo de la silla. Al final me incorporo a una tertulia hábilmente animada por Jordi P. que no para de cantar su particular versión de “el eje del mal” de “la habitación roja”. La noche acaba a las 6’30, jordi – después de un paréntesis “julioiglesista”- sigue cantando “el eje del mal” y lo que es peor, los demás le secundamos para desgracia de nuestros nuevos vecinos que a partir de hoy nos mirarán con nuevos ojos.

Entre los restos de la fiesta descubro una bolsa de la la ferretería Pla con productos vegetales de dudosa procedencia en su interior. Se ruega a su propietario se ponga en contacto con nosotros si tiene intención de recuperarla.

Domingo. ¿Qué domingo? ¿Existe el día 1?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eche en falta dicha bolsa al salir de graceland, traedmela a lisboa en vuestra proxima visita.
La cena fue fantastica, Antonia está encantada con vosotros.
Gracias por todo.