07 agosto 2005

"Para leer todos los libros que se han publicado deberíamos vivir más de mil vidas. Y mil vidas es mucho tiempo ¿No te parece decepcionante?"
Juan Carlos Ortega. Leerlo todo. Cuestión de cálculo en El País, 6 de agosto de 2005.


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado 6 de agosto de 2005


Vacaciones, día 20
Me levanto pronto, preparo bocadillos, preparo café, despierto a María José y - tras engullir el café que nos permitirá seguir con los ojos abiertos - salimos con destino a "La Conca". Cuando llegamos, la playa está casi vacía.
Tubos, gafas y pies de pato... vemos un montón de peces, el agua está deliciosa y da gusto nadar.
Tras el baño disfrutamos del bocadillo y leemos al sol. Hay pocas cosas más incómodas que leer en la playa. No hay ninguna postura en la que realmente estés a gusto y - si hay un poco de viento - la lectura se puede convertir en un infierno. Sin embargo no me imagino una jornada de playa sin un libro (un libro ingrávido podría solucionar parte de los problemas pero desgraciadamente no todos).
Vuelta a casa. Siesta del carnero. Lectura.
Después de comer y de una nueva siesta decidimos salir a por un helado. Aprovechamos para comprar el vino para esta noche (tres botellas de Barbadillo bastarán).
En casa hace mucho calor, lo solucionamos con una visita relámpago a "Punta Prima". Se está mucho mejor que en casa y el agua está deliciosa.
Volver a casa después de la playa y ducharse es uno de los pequeños placeres que el verano trae consigo.

Preparados para la noche salimos con destino a Palamós. Allí nos esperan Nuria, Jordi R. y una cena con amigos.
Por el camino - no hay mal que por bien no venga - pillamos retenciones de tráfico amenizadas por una puesta de sol sensacional.
A la mesa somos cinco (también está Carlos), todo está riquísimo y las botellas de vino caen una tras otra.
Cuando acabamos la cuarta y ya no quedan cervezas - incluso hemos acabado con las sin alcohol - decidimos trasladar la fiesta a la playa de "la fosca".
La cerveza que tomamos en un tubo de plástico a la orilla del mar sabe a gloria y a adolescencia prorrogada.

1 comentario:

Marcela Fumale dijo...

YO QUIERO YO QUIERO!!!

Quiero playa, solcito, cenas con amigos, paseos, helados y más solcito!!!

Necesito que llegue el verano de este lado del charco! Y lo necesito yaaaa!

Disfrute. Besos.