DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 09 de julio de 2005
Ayer empezamos con el visionado de la última temporada de “Sexo en Nueva York” (4 capítulos). Con él, nuestra adicción a las series está alcanzando niveles patológicos (actualmente estamos viendo “24”, “Perdidos”, “Sin rastro”, “Mujeres desesperadas”, “Nip-Tuck”, “Frasier”, “Urgencias”, “Los Soprano” y “Sexo en Nueva York”... un auténtico maratón que nos ocupa todas nuestras horas delante del televisor).
Nos levantamos pronto, desayunamos y nos preparamos para una barbacoa en el campo. Nos encontramos con Espe y Javito en una pizzería que, hace diez años, ya necesitaba una limpieza a fondo. Javito se toma un Cacaolat, se zampa un Donuts de chocolate y salimos de Barcelona. Justo antes de llegar a casa de Kris y Tony paramos en el segundo bar horrible del día – se llama bar “Juventud” y nada en él nos recuerda al concepto al que su nombre hace referencia - para comprar hielo y esperar a Alfonso y Eva. Todos juntos llegamos a casa de Kris y Tony. La casa está en el campo, rodeada de viñas y de silencio. Pese a que el día no acompaña se está bien en el jardín.
Mientras Tony prepara la carne, los demás miramos y hacemos el aperitivo. Comemos carne a la brasa, bebemos cerveza y hablamos mientras los niños juegan en el jardín. Después llega la siesta en una comodísima hamaca y – a última hora de la tarde – la vuelta a Barcelona.
Pese a que no he hecho nada en todo el día estoy muy cansado.
10 julio 2005
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