10 julio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 09 de julio de 2005


Ayer empezamos con el visionado de la última temporada de “Sexo en Nueva York” (4 capítulos). Con él, nuestra adicción a las series está alcanzando niveles patológicos (actualmente estamos viendo “24”, “Perdidos”, “Sin rastro”, “Mujeres desesperadas”, “Nip-Tuck”, “Frasier”, “Urgencias”, “Los Soprano” y “Sexo en Nueva York”... un auténtico maratón que nos ocupa todas nuestras horas delante del televisor).

Nos levantamos pronto, desayunamos y nos preparamos para una barbacoa en el campo. Nos encontramos con Espe y Javito en una pizzería que, hace diez años, ya necesitaba una limpieza a fondo. Javito se toma un Cacaolat, se zampa un Donuts de chocolate y salimos de Barcelona. Justo antes de llegar a casa de Kris y Tony paramos en el segundo bar horrible del día – se llama bar “Juventud” y nada en él nos recuerda al concepto al que su nombre hace referencia - para comprar hielo y esperar a Alfonso y Eva. Todos juntos llegamos a casa de Kris y Tony. La casa está en el campo, rodeada de viñas y de silencio. Pese a que el día no acompaña se está bien en el jardín.
Mientras Tony prepara la carne, los demás miramos y hacemos el aperitivo. Comemos carne a la brasa, bebemos cerveza y hablamos mientras los niños juegan en el jardín. Después llega la siesta en una comodísima hamaca y – a última hora de la tarde – la vuelta a Barcelona.

Pese a que no he hecho nada en todo el día estoy muy cansado.

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