25 julio 2005

“...François Furet escribió en El pasado de una ilusión: “quien critica a Stalin está a favor de Hitler. El genio del georgiano consiste en haber hecho caer a tantos hombres razonables en esa trampa tan simple como aterradora”. En la España de 1937 fueron numerosos los hombres razonables que cayeron en la trampa.”
Ignacio Martínez de Pisón. Enterrar a los muertos. Seix Barral. Barcelona 2005


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 24 de julio de 2005


Vacaciones, día 7. El cansancio provocado por los excesos realizados ayer condena al ocioso a una vida vegetativa, a un deambular de la cama al sofá, a un estar aquí sin estarlo.
Series de televisión (“mujeres desesperadas” y “Frasier”) y un poco de lectura (he acabado “Enterrar a los muertos” y he empezado “Blonde” de Joyce Carol Oates) son los únicos estímulos que mi organismo tolera. María José no está mucho mejor.

ENTERRAR A LOS MUERTOS
Ignacio Martínez de Pisón

José Robles, traductor de “Manhatan Transfer” al español, desapareció a principios de 1937 en Valencia donde ejercía como traductor para el gobierno de la república. Ignacio Martínez de Pisón parte de este punto para recrear la búsqueda que John Dos Passos hizo de su amigo desaparecido. Tras la desaparición y posterior asesinato de José Robles estaban los servicios secretos soviéticos y su intento de hacerse con el control del gobierno republicano. Dos Passos encuentra en su investigación muros de incomprensión, silencio y crítica hacia su acción investigadora que puede dar munición al enemigo.
“Enterrar a los muertos” es un documento histórico, contado magistralmente y que se lee con la facilidad con la que leemos una novela, en el que recuperamos parte de nuestro pasado mas oscuro. El autor no toma partido por nadie y, sin rencores ni odios, nos ayuda a recuperar esa memoria histórica que nos puede ayudar a evitar futuros errores. “Enterrar a los muertos” es un ensayo que se lee como si fuera narrativa, un documento histórico decorado con pinceladas de trama detectivesca, un libro apasionante, aterrador y necesario.

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