12 octubre 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 11 de octubre de 2004


No hay nada mejor, después de un largo lunes de trabajo, que un martes festivo. La esperanza del día de libertad que se adivina tras la montaña de pantalones que tengo en mi mesa, me mantiene con fuerzas.
Y al final llega el silencio. Vuelvo a casa y espero a María José.
Juntos bajamos caminando por un barrio que hoy parece especialmente lleno de gente de fiesta. Cena en el “Panyvino” (Consolat de Mar, 15) con Jordi P. y Emma. Hacía mucho que no nos veíamos y tenemos muchas cosas que contarnos. Una vez agotada la sobremesa continuamos con un par de copas en el “Borneo” y en la terraza del bar de impronunciable nombre que está en la calle del “Black Horse”. Jordi y Emma nos enseñan las fotos de su viaje a Lisboa y, respondiendo a la vieja tradición de traernos una botella de vino o licor del país al que se viaja, me regalan una botella de oporto.
Hacemos “la que sobra” en casa.

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