31 octubre 2004

“...el ocio es la condición previa de todo pensamiento , en la medida que implica la necesaria libertad para que el pensamiento fluya sin la subordinación a un fin o una tarea funcional”
Jordi Ibáñez. Tiempo para Pensar. Cultura/s de La Vanguardia num. 123


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 30 de octubre de 2004


Sábado en Barcelona. Nos levantamos tarde y, todavía con la pereza pegada al cuerpo, preparamos el desayuno y desayunamos sin prisas. La sobremesa se alarga y, tras el primer café, llega el segundo. No tenemos mucho que hacer y tampoco tenemos planes: es el momento ideal para – todavía en pijama – entregarnos a una nueva sesión de “Friends” (atención estamos acabando la cuarta temporada y todavía no tenemos la quinta. Se aceptan prestamos y/o donaciones).
Siesta del carnero y, mientras María José todavía duerme, partida de “Doom II”.
Preparo la comida mientras María José pinta.
Un nuevo intento de encontrar una chaqueta para María José en el centro fracasa pero el paseo y el rato que pasamos juntos compensa.
Volvemos a casa, nos regalamos una nueva sesión – reducida – de “Friends” y, mientras María José prepara la cena, me pongo al día con el diario.
Suena el “Smile” de Brian Wilson.
Noche de “24”. Un maratón de 4 episodios nos lleva hasta la una y media de la madrugada. Antes de irnos a dormir retrasamos una hora los relojes. Ya está aquí el estúpido horario de invierno, ha llegado la oscuridad a nuestras vidas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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