27 septiembre 2004

“Las religiones han sido siempre las mas feroces enemigas de la ociosidad (...) la regla benedictina, en su capítulo XLVIII, dice: - La ociosidad es enemiga del alma, y por esto, a tiempos deben ocuparse los monjes en la labor de manos, y a tiempos en la lectura de cosas santas”
Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires. 1958


DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 27 de septiembre de 2004


Hoy ha sido un día de cambios. Tras meses de estrecha relación (sólo interrumpida por motivos protocolarios) con mis abarcas menorquinas, hoy – día 27 de septiembre – nos hemos separado. No es una separación definitiva, pero ya nada volverá a ser como antes. Mis pies, amortajados por un par de calcetines y encerrados tras unos zapatos (engañosamente cómodos), están tristes y añoran tiempos mejores llenos de cálidos días cargados con aromas de libertad.
El otro cambio, menos importante que el pequeño drama doméstico-podal al que antes me refería, es un nuevo horario laboral que me permite cambiar la situación de semi-esclavitud que venía padeciendo en el trabajo por una esclavitud parcial. No es un gran paso para el hombre, no es un avance para la humanidad... pero espero que volver a disfrutar de tiempo para malgastar hará que estas líneas que hoy estas leyendo sean, desde ahora, un poco más interesantes.
Mis primeras horas de libertad, contra todo pronóstico, han sido dilapidadas en la necesaria intendencia casera y en la elaboración de preparados alimenticios con los que nutrirnos durante el resto de la semana.
Mañana vuelve el OCIOSO... o al menos la versión reducida que queda de él, después de dos meses de alienante vasallaje a las órdenes de Don Dinero.

2 comentarios:

Roberto Iza Valdés dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
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