20 septiembre 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 19 de septiembre de 2004


8:00 a.m.Me despiertan los primeros rayos de sol que se cuelan por las cortinas entrecerradas. Son las ocho de la mañana, salgo al balcón y, antes de volverme a la cama para seguir durmiendo, hago unas cuantas fotos al espectáculo que mar y sol ofrecen a los pocos pescadores que ocupan la playa.
Un par de horas después nos despertamos y desayunamos en el comedor del hotel, junto a un gran ventanal que ofrece las mismas (espectaculares) vistas que nuestra habitación.
bañistas antiguosAntes de dejar la habitación tenemos tiempo de bajar a la playa que a esta hora ya ha sido tomada por bañistas de antaño armados con todo tipo de útiles con patente de fabricación anterior a 1970 (bañadores – sobretodo bañadores – incluidos).
Un par de horas después ya estamos en la moto –que ha arrancado sin más problemas – camino de Barcelona. Por extrañas razones hoy las tiendas están abiertas y aprovechamos para ir al Fnac para cambiar “Milenio Carvalho” ya que, por un problema de impresión, algunas páginas no se pueden leer completamente. No hay problema, pero en el Fnac de Plaza Cataluña han agotado el libro. Nos confirman que en el de la Illa les quedan ejemplares y cruzamos la ciudad empujados por nuestra ansia de cultura (y mi nerviosismo al haber perdido el libro que estoy a medio leer).
Con el libro en las manos nos regalamos una comida en el “kiku-chan”. Abro mi nuevo libro por una página al azar y me encuentro con el mismo problema de impresión que me ha llevado a devolver el primer ejemplar. Vuelta al Fnac, nuevo cambio y – somos ya gatos viejos- comprobación del estado de impresión. Esta vez parece que esta bien.
Vuelta a casa. Siesta. “24”... se acaba el fin de semana.

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