11 julio 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 10 de julio de 2004


Viernes tarde. Cuando llega María José comemos y nos regalamos una larga siesta.
Caminamos hasta los Icaria y vemos la segunda parte de “Shrek”. Nos lo pasamos en grande y, al salir del cine, los dos estamos de muy buen humor. Volvemos caminando a casa sin dejar de comentar los mejores gags y detalles de la película.

Sábado. Hoy tenemos una agenda llena de actividades programadas. Parece que las obras del apartamento de S’Agaró por fin han terminado y ahora toca limpiar y devolver todos los muebles a su sitio.
Suena el despertador a las siete. Preparo el desayuno y despierto a María José (que normalmente es quien se encarga de esta madrugadora tarea). Desayunamos, vemos el encierro de los toros de Dolores Aguirre (muy emocionante) y, con las bicis, bajamos hasta el Club.
Nadar, tomar el sol, llenarse los ojos de azul del mar... lo habitual (pero hoy – y lo mejora mucho – con compañía). Vuelta a casa y lectura mientras esperamos que Cesc –que será nuestro chofer hasta S’Agaró – nos llame.
El viaje pasa volando y, cuando llegamos, veo que mi madre y Eli, que llegaron ayer, han avanzado mucho. Comemos y nos ponemos manos a la obra: cajas, muebles, risas, bayetas, fregonas, más risas... al final del día parece que la cosa avanza. Alberto y Esther –que, Dios los perdone, ya están de vacaciones- vienen a invitarnos a cenar, pero estamos destrozados y cenaremos en casa.
La tormenta de la noche moja la ropa que nos quedaba por recoger.

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