18 enero 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 17 de enero de 2004


Las mañanas de los días festivos transcurren a ritmo lento. Nos levantamos, desayunamos tranquilamente escuchando la radio y después, sin prisas, nos ponemos en marcha. No hay mucho que hacer, sólo lo justo para no quedarse en pijama hasta el mediodía. Hoy la excusa para arrancar es la cena de esta noche, tenemos que comprar quesos. Paseando bajamos por la calle Montcada hasta Tot Formatges, el paraíso de los “muy queseros”. La elección es lenta ya que largas argumentaciones preceden a cada adquisición.

Cena en casa, al final somos siete sentados en la mesa: Jordi P., Emma, Rafa, Yoli, Victor, María José y yo. Cada uno ha traído parte de la comida (no tenía ganas de cocinar). Es de justicia destacar la tortilla de Victor; es la primera que hace y el resultado es más que digno. Larga sobremesa animada por Rafa, capaz de hablar durante hora y media sin parar. Rafa consigue contar cuatro y cinco historias a la vez, saltando de una a otra a un ritmo endiablado y sin concluir ninguna de ellas de manera satisfactoria.
A las 3:30 los echamos. Nos lo hemos pasado muy bien pero estamos agotados. Mañana servirá para recuperar fuerzas.

No hay comentarios: