30 agosto 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 30 de agosto de 2003


“... Una de las celebraciones más curiosas relacionadas con el ocio es la que se celebra en la población española de Villalcazar de Sirga. Una vez cada cuatro años, y coincidiendo con los años bisiestos, el día 29 de febrero queda prohibida toda actividad laboral durante las 24 horas del día. La tradición dice que, no existiendo el día 29, nadie está obligado a trabajar hasta que el calendario recupere su normalidad...” Santiago García Quintana. Hacia el Ocio. Buenos Aires 1957

De nuevo una nevera famélica y una casa en un estado de limpieza que no podemos calificar como ejemplar, reclaman nuestra atención. Nos repartimos las duras tareas y empleamos la mañana en cumplir con nuestras obligaciones. Me toca comprar.
Mientras hago la compra decido cocinar. Preparo un lomo de cerdo mechado con tocino. A las cuatro y media comemos el lomo acompañado con confitura de manzana y puré de patatas (muy bueno, en próximas cenas en casa, si los dioses os son favorables, puede caer de segundo plato).
Siesta y lectura, nos levantamos de la cama a las 21:00. Creo que, cuando acabe de escribir el diario de hoy, bajaré al video club a por una película.
Los días de trabajo son horriblemente largos ¿Por qué los días dedicados al ocio parecen tener una duración infinitamente menor?

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