29 agosto 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 28 de agosto de 2003


Dos noticias de buena mañana. La buena es que no tengo resaca. La mala es que esta ha sido reemplazada por un terrible ardor de estómago.
Desayuno con María José y me lanzo, con la falsa alegría del que sabe que todo está perdido, a por la larga jornada laboral.
Doce horas después salgo tambaleándome del centro de trabajo que está acabando con mi - ahora - precaria salud. Vuelo (es un decir) a Gracia. He quedado con María José, Olivia y Roberto en el Ugarit (como siempre todo buenísimo pero hoy el local está muy lleno y hay mucho ruido). Cena de propuestas y bizantinas discusiones (sobre arquitectura popular, publicidad y cualquier otro tema) rematada con un Arak.



Copas en la terraza del Pirineos (un bar Fanta con pretensiones). Roberto se toma, siempre según el camarero, un Gi Lónic de Binfinner.

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